Jueves. Día 1:
Este año no fuimos en tren, se lo curraron y nos llevaron en avión. Vale, las paso putas dentro de un avión y pienso que vamos a morir todos en cualquier momento... pero soy vago por naturaleza. La comodidad gana al miedo.Tras un vuelo tranquilo (todo lo que mi agitada mente me permitió) aterrizamos. Las maletas llegaron antes que nosotros a la terminal, así que la salida fue rápida.Allí nos estaba esperando Matías, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC). Un pedazo de tío al que ya conocimos el año pasado. Este año tenía su coche en el taller y tuvo que venir con el de su madre, por lo que no pudimos disfrutar de su cd de Cowboy Bebop en la radio.
De camino hacia Valladolid por carretera llamó Carlos, de ASOFED. Nos estaban esperando en la pizzería Venetto. Allí nos esperaban Carlos, Mónica, Álex Cal y Uxio. Y es que este año he conseguido que lleven a los amigos Álex y Unai Ortiz (aunque Unai llegaría el sábado).

Álex apareció "por sorpresa" con su amigo Uxío. Acojona ir solo a un viaje así.
Al aparcar el coche sufrí un intento de atentado. Janina y Matías bajaron antes, puesto que iban delante. Al disponerme a bajar... el coche se empieza a mover! Matías no había echado el freno de mano. Janina me asegura que me habría frenado el bordillo a 20 cm y que el coche no iba rápido... pero a Dios pongo por testigo que aquello se movía a 300km/hora. Pero no pudieron acabar conmigo.

Las vistas de nuestro hotel. El hotel molaba, en serio. Pero las vistas eran... no sé, creo que se rodó una escena de Torrente aquí.
Al llegar a la pizzería todos nos llevaban unas cuántas cervezas y vinitos de ventaja. Ventaja que no pudimos (bueno, tampoco quisimos =P) alcanzar durante los 4 días allí.
Las vistas de nuestro hotel. El hotel molaba, en serio. Pero las vistas eran... no sé, creo que se rodó una escena de Torrente aquí.
Álex y Uxio habían viajado en bus desde Vigo. Esa misma tarde Álex tenía una conferencia en la UEMC.
En la pizzería cenamos los 6 (Matías tuvo que irse, estaba rendido). Y muy bien que cenamos. Entre ricos platos, cervecitas, risas y puestas al día.
Después a tomar una última copa a un bar y al hotel a descansar, a la mañana siguiente tocaría dar una charla en la UEMC.
Viernes. Día 2:
El viernes por la mañana, tras el desayuno-buffet en el hotel (a base de chocos y natillas), Ramón (de ASOFED) vino a buscarnos a Janina, Álex, Uxio y a mi para llevarnos a la uni en 2 taxis.
Álex vino con nosotros y Uxio vino más tarde por su cuenta. El pobre tenía la nariz como un surtidor de sangre, cosas del tabique.
Álex, parece que sabe de lo que habla. O planificando algo malvado.
Una vez allí nos presentaron a Ricardo Sir Cámara. Un grandísimo profesional con mil cosas que explicar y al que da gusto escuchar hablar.
Íbamos a dar unas charlas, por el siguiente orden: Yo, Álex, Ricardo y Janina.
Janina y yo necesitábamos un ordenador y proyector, que no habían preparado. Así que Álex tuvo que empezar su charla mientras nos preparaban otra aula.
Mientras Álex seguía con eso, en la nueva aula estuvimos charlando Ricardo, Janina y yo los 45 minutos que tardó la primera conferencia.
Luego ya di mi charla. Bueno, más que charla enseñé los trabajos que había hecho durante el último año (color de The Expendables y Blacksmith, tinta de Banc de Touche y las ilustraciones que estoy haciendo actualmente para IDW).

Después le tocó el turno a Ricardo. En principio de público iba a tener a estudiantes de periodismo, así que se había preparado una charla adaptada a ese público. Lamentablemente la cosa se torció y el público final era distinto, así que tuvo que improvisar la charla a algo más ameno.

Al acabar las charlas fuimos todos con Matías (que estuvo presente en todas aguantándonos, vaya crack) a comer a un Restaurante medieval. Medieval porque tenía una armadura medieval en la entrada. Porque mientras comíamos, sobre nuestras cabezas, una bonita tele con antena3 puesta.
Allí comimos de puta madre (como el resto de días excepto... bueno, ya llegaré) Comimos tanto esos días que al segundo ya teníamos el estómago dando guerra.
La famosa mirada fulminante de Janina
Después una última cervecita con Ramón, Ricardo, Álex, Uxío, Janina y yo, antes de que Ricardo tomara su tren de vuelta a Madrid.
Y luego otra última cervecita en otro bar. Pero ésta la de verdad.
Y ése día nos separamos de Ricardo. Un auténtico placer conocerte, crack. Y espero que nos volvamos a ver.
La tarde poco productiva. Nos separamos todos, cada uno a su casa o habitación de hotel a descansar.
Allí Janina y yo estuvimos con la CNN informándonos de la catástrofe en Japón, que nos pilló en medio del viaje y no nos habíamos enterado de nada.
Por la noche a cenar al Camarín. Aquí éramos Janina, Mónica, Carlos, Carlos el hondureño, Ramón, Álex y Uxío, si no me falla la memoria. Nos dieron un festival de platos variados que no nos hizo explotar por poco. Y para acabar la noche, una ronda... o dos... o tres... de chupitos.
Después al hotel a descansar, que a la mañana siguiente tocaba "madrugar" para ir al salón a firmar.
Próximamente la segunda entrega. Prometo (mentira) no tardar mucho.
1 comentario:
Muy chuchuchuli! A la espera estamos de la parte 2.
Un abrazaco! :D
Publicar un comentario